miércoles, 27 de enero de 2010

Sabina en Chile: Ahora es Amor Incondicional


Si algo quedará de esta visita de Joaquín Sabina (Úbeda, 12 de febrero de 1949) en Chile será que "El Flaco" habrá constatado de una vez que lo suyo con el público chileno ya es amor incondicional. Se demoró en creerlo y palparlo en su piel. Sus visitas al país fueron esporádicas (un festival de Viña en los 90 lo más destacado) y sus dos conciertos promocionando el disco Alivio de Luto (2005) lo mostraron como el boxeador que volvía al ring, pero sin estar convencido de volver a ser un campeón. Para suerte de sus fans, su gira Dos Pájaros de un Tiro, con su primo ˝El Nano˝, le volvió la sangre al cuerpo y demostró que en tierras chilenas su troupé de admiradores necesitaba más de él.
Su actuación en Olmué fue el aperitivo a lo ocurrido la noche del "súper martes" 26 de enero. Mientras en otros sectores de Santiago resonaban las guitarras de Metallica y la armoniosa voz de Dolores O'Riordan, en Espacio Riesco el nacido en Úbeda hacía delirar a un público transversal, donde jóvenes y adultos, hombres y mujeres, formaron un coro de principio a fin de sus éxitos, sus nuevas canciones y siguieron al pie de la letra el repertorio de chistes, versos y música repleta de romance y desamor con una pizca exacta de humor e ironía.
Con una banda en que resaltaban sus compañeros de toda la vida (Varona y García de Diego), repasó desde sus éxitos tempranos como Calle Melancolía y Princesa, dándose el lujo de cantar sin desentonar en la estructura del concierto seis de los temas que vienen en su último álbum Vinagre y Rosas (2009). Los álbumes Física y Química (1992) y 19 Días y 500 Noches (1999) fueron el soporte de la noche, reservando para el último bis la trilogía compuesta por Contigo, La del Pirata Cojo y Pastillas para No Soñar.
El público terminó delirando, entregando más que coros multitudinarios a su artista favorito: le regaló el amor incondicional que Joaquín buscaba hace rato con Chile, el que ya no estará sólo en sus revisiones de Violeta Parra, sus lecturas de Pablo Neruda, o en sus viejas amistades de bares.
Como para estar seguros de que habrá un nuevo regreso.

Por Richard Olate
Foto: Juan Reyes

Canciones del recital
Calle Melancolía, del álbum Malas Compañías (1980)
Princesa, del álbum Juez y Parte (1985)
Medias Negras, del álbum Mentiras Piadosas (1990)
Y Nos Dieron las Diez, del álbum Física y Química (1992)
La del Pirata Cojo, del álbum Física y Química (1992)
Peor para el Sol, del álbum Física y Química (1992)
Amor se Llama el Juego, del álbum Física y Química (1992)
Pastillas para no Soñar, del álbum Física y Química (1992)
Por el Boulevar de los Sueños Rotos, del álbum Esta Boca es Mía (1994)
Contigo, del álbum Yo, Mi, Me, Contigo (1996)
Aves de Paso, del álbum Yo, Mi, Me, Contigo (1996)
Y Sin Embargo, del álbum Yo, Mi, Me, Contigo (1996)
Llueve Sobre Mojado, del álbum Enemigos Íntimos (1998)
19 Días y 500 Noches, del álbum 19 Días y 500 Noches (1999)
Una Canción para la Magdalena, del álbum 19 Días y 500 Noches (1999)
Donde Habita el Olvido, del álbum 19 Días y 500 Noches (1999)
Cerrado por Derribo, del álbum 19 Días y 500 Noches (1999)
Noches de Boda, del álbum 19 Días y 500 Noches (1999)
Nos Sobran los Motivos, del álbum Nos Sobran los Motivos (2000)
Como un Dolor de Muelas, del álbum Dímelo en la Calle (2004)
Peces de Ciudad, del álbum Dímelo en la Calle (2004)
Tiramisú de Limón, del álbum Vinagre y Rosas (2009)
Viudita de Clicquot, del álbum Vinagre y Rosas (2009)
Vinagre y Rosas, del álbum Vinagre y Rosas (2009)
Embustera, del álbum Vinagre y Rosas (2009)
Violetas para Violeta,del álbum Vinagre y Rosas (2009)
Cristales de Bohemia, del álbum Vinagre y Rosas (2009)

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad conocía poco a Joaquín. Un par de amigas, me habían hablado de él. Pero no había querido prestar atención, hasta que un amigo (un seguidor de Sabina)me regaló dos entradas para el concierto realizado anoche en Espacio Riesco. Fue maravilloso escuchar canciones que tuvieran que ver con el desamor, con el amor, con la con el desgarro, la pasión, el romanticismo en gloria y majestad. Fui feliz las casi dos horas y media que duró el concierto, feliz de escuchar letras, historias que fueron en definitiva regalos para el alma.
Agradecida de darse estos lujos musicales en la vida!!!!!
f.